A los 19 años, cruzó a nado el Río de la Plata por solidaridad

Lautaro Lasagna es el hombre más joven que unió así la Argentina y el Uruguay; lo hizo para ayudar a niños maltratados.

Lautaro Lasagna se convirtió ayer en el hombre más joven en nadar los 42 kilómetros que separan las costas de Colonia, en Uruguay, con Punta Lara, en la Argentina. Con sólo 19 años, tardó 13 horas y 59 minutos en cruzar el río marrón. Pero a su hazaña deportiva la engrandece aún más su objetivo: un fin solidario, el ayudar a niños maltratados y golpeados que viven en la ex Casa Cuna.


A las siete de la tarde, cuando asomó en la costa de Punta Lara, recibió un inmenso aplauso. En la playa lo esperaban amigos, familiares y la decena de niños de entre 2 y 4 años que viven en la ex Casa Cuna, el Hospital Noel Sbarra, por orden judicial. Lautaro, exhausto tras haber nadado desde las 4.30, no podía creer que los pequeños habían ido a recibirlo a la sede local del club Universitario.

 

"¿Te cansaste?", le preguntaban otros niños que se habían metido dentro del río para alentarlo en el último tramo. "Sí, mucho", les dijo el joven, que se entrenó durante 18 meses, tres veces por día, con ejercicios de natación y running, antes de encarar la gesta.

 

"Lo hice con un fin solidario. Para ayudar a la ex Casa Cuna, donde siempre me atendieron bien", dijo a LA NACION el joven, aún en el agua.

 

El gesto solidario de Lautaro generó la adhesión de amigos y desconocidos: anoche, al caer el sol, algunos se lanzaron al río con bolsones de pañales para entregar a los niños que Lautaro quiere ayudar.

"Hizo un esfuerzo titánico. Pero nunca estuvo en peligro", dijo a LA NACION Alejandro Salas, el médico que lo acompañó durante todo el trayecto, en un gomón. "Estaba cansado y ansioso, pero no corrió peligro. De haber sido el caso, lo sacábamos del agua", agregó.

 

Lautaro estuvo acompañado, además, por su familia, que se mantuvo cerca durante todo el trayecto. Su padre, Leonardo, remó en un kayak los 42 km de distancia que separan la Argentina de Uruguay.

 

La madre, Gabriela, y el hermano, Ignacio, lo acompañaron en el gomón e incluso se arrojaron al agua a nadar con él, por tramos, para darle ánimo. "Se entrenó un año y medio, doble turno, para lograrlo -dijo Gabriela a LA NACION- Nadaba, corría y hacía el curso de guardavidas. Siempre lo tuvo en la cabeza". Su tío Claudio explicó que antes que Lautaro otras veinte personas cruzaron el río a nado. Pero Lautaro, con 19 años, "es el más joven", aseguró.

 

El muchacho, que nadó sin descanso durante poco menos de 14 horas, consumió durante el viaje líquidos y un gel especial para deportistas, que le permitió alimentarse y no perder energía.

 

En la costa del Universitario, la directora de la ex Casa Cuna, que cuidaba a los destinatarios del gesto solidario, estaba emocionada. "Es un gesto fantástico. Una apuesta a la vida en medio de tanta violencia a la que son sometidos nuestros jóvenes", dijo María Alicia Mariana, que necesita 300 pañales por día para cuidar a los pequeños a su cargo.

 

La mujer se esperanzó con recibir, desde ahora, ayuda espontánea; quien quiera hacer donaciones puede llamar al (0221) 4513310. En las largas horas de espera recordó que una vez Maximiliano Guerra bailó a beneficio del hospital y llegó sentado en un camión con pañales. "Yo pensaba «para cuántos días nos alcanzará»", dijo, con una sonrisa.

 

Ayer, al caer el sol, Lautaro, a sus 19 años, logró una proeza personal y solidaria. Un logro que superó incluso las vacuas promesas políticas de unir los dos pueblos con un puente sobre el agua.

 

Vía @LaNacion

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